<Esta nota fue escrita para Rexona Uruguay.
Admiro la capacidad de Rexona en estos momentos de pandemia poder lograr que muchas personas se mantuviesen activas, animadas y motivándolos a luchar el día a día. Gracias Rexona por hacerme parte, y a ustedes los invito a conocer muchas notas de distintos perfiles su web>.
Vivimos en un mundo donde nos gobierna la adaptación al cambio, donde es crucial reinventarnos diariamente para poder continuar con el ritmo de vida e incertidumbre que llevamos a diario. En la actualidad, el término "ser consciente" lo escuchamos en todas partes que suena como un concepto de moda del momento (alimentación consciente, vivir el momento presente, etc).
El significado de ser consciente va mucho más allá de una moda o de pronunciar dichas palabras. Hoy en día vivir con consciencia es una necesidad para poder llevar una vida equilibrada y con paz mental.
Me incluyo a la hora de decir que la ansiedad y las obligaciones conviven con nosotros diariamente, y nos hemos acostumbrado a estar a las corridas por lo que las horas del día no son suficientes. Consideramos el estrés como algo "normal", y el estar acelerado, en varios casos, nos ayuda a llevar a cabo todas las tareas diarias como nuestros proyectos. Resulta muy difícil liberarnos de esa tensión de vivir bajo una presión constante impuesta por nosotros mismos. Lo refleja la falta de conciliación del sueño, los problemas digestivos, nuestra mente que se encuentra exhausta de pensar tanto , como también lo refleja nuestro cuerpo al estar tenso. Poner en práctica la consciencia plena todos los días nos ayuda a lidiar con todos esto.
Es momento de tomarnos un tiempo para nosotros, y conectarnos con el momento presente dejando a un lado las obligaciones y problemas cotidianos. Ser consciente tiene que ver con darnos cuenta de uno mismo, del entorno, desde lo que se piensa hasta cómo afecta la vida personal, y al mismo tiempo como se manifiesta en los demás. Tener conciencia de nuestros actos, si es que son elecciones propias o si son consecuencia de la propia ansiedad.
La conciencia plena nos ayuda a ver cómo afecta (tanto positivamente como negativamente) nuestros pensamientos, acciones y palabras en los demás.
Cada acción que realizamos incide en nuestro entorno, por lo que ser conscientes significa tener la capacidad de observar nuestras acciones y resultados.
¿Cómo podemos practicar nuestra atención plena?
Claro está que cualquiera que se proponga desarrollar la consciencia plena lo puede lograr, ya que se puede practicar con ejercicios dentro de nuestras rutinas del día como por ejemplo: cuando estamos alimentándonos mientras nos cepillamos los dientes, mientras sacas a pasear al perro, mientras nos duchamos, etc. Lo único que se necesita son ganas y paciencia, ya que nuestra mente necesita un plazo de días para generar la acción como un hábito para evitar distracciones.
A través de ejercicios diarios se busca alcanzar una mayor concentración.
Solo hay que buscar algo para hacer y hacerlo con total consciencia de lo que estás haciendo. Esto lleva tiempo.
Uno de los puntos más importantes de la consciencia plena es: la alimentación consciente.
Quién no ha escuchado el dicho "somos lo que comemos"?
Es el proceso de comer despacio, de darnos cuenta del proceso digestivo, de los alimentos que ingerimos. Este punto es uno de los más complejos a la hora de ponerlo en práctica, ya que la falta de tiempo nos hace creer que no podemos destinar nuestro tiempo libre a ser conscientes de nuestra alimentación, por lo que nos conformamos con lo primero que encontramos para alimentarnos.
Por lo general, buscamos soluciones inmediatas, donde no perdamos tiempo y nos quite el hambre. Obviamente que a la larga nuestra falta de consciencia es perjudicial para nuestra salud física/ mental.
Retomando la pregunta de cómo poner en práctica la consciencia plena, acá van algunos consejos para el día a día:
Ser conscientes. Tomar consciencia sobre qué está pasando en el momento presente. Tener consciencia de lo que se está haciendo y observar nuestros pensamientos.
Observar. Tomarnos un tiempo para observar lo que aparezca en nuestros pensamientos.
Aceptación. Aprender a respetar y aceptar los distintos pensamientos. De esta forma no poner resistencia.
No juzgar. Cuando juzgamos dejamos a un lado la comprensión. Son espejos que actúan como reflejo de nosotros mismos. Hay que aprender a perdonar para aumentar el amor a nosotros mismos.
Meditar. Buscar encontrar momentos de silencio, de conexión con nuestro interior. De esta forma podremos guiarnos por nuestra intuición y escucharnos realmente.
Renunciar a la aprobación externa. Solo nosotros somos jueces de nuestros actos. El objetivo es conectar con el valor propio dejando a un lado las opiniones de los demás.
Alimentación consciente. Tener consciencia de los productos que ingerimos, y elegir alimentos que nos hagan bien. Llevar una alimentación con consciencia es buscar bienestar, salud y evolución.
![](https://static.wixstatic.com/media/c056f6_760e3de4f12a463b9f45b0de6576f1b1~mv2.jpg/v1/fill/w_980,h_1224,al_c,q_85,usm_0.66_1.00_0.01,enc_avif,quality_auto/c056f6_760e3de4f12a463b9f45b0de6576f1b1~mv2.jpg)
En conclusión, ser consciente, en su mayor parte, es dejar fluir nuestros pensamientos sin juzgarlos. Debemos evitar poner resistencia, y observar cómo estos pensamientos llegan y cómo se van. Con la práctica aprendemos a desarrollar la atención en el momento presente, estimulando nuestra curiosidad y apertura (estar abiertos a las distintas situaciones) como también la aceptación. Regálense unos minutos diarios, regalense una oportunidad a evolucionar.
Comments