Este fin de semana decidimos con Álvaro tomarnos unos días para despejar la mente. Es clave buscar encontrar momentos que nos hagan conectarnos tanto con nosotros mismos como con la pareja.
La verdad que amo José Ignacio desde que soy muy chiquita, por suerte tuve la posibilidad de venir casi todos los veranos, y ver como este hermoso lugar fue creciendo año a año. Es impresionante la variedad de lugares de hospedaje, y gastronómicos que ofrece.
En esta instancia hemos encontrado un lugar que ninguno de los dos conocía pero teníamos excelentes referencias: Posada del Faro. Realmente es mágica, no solo por su arquitectura y hermosa vista (que no puedo poner en palabras), sino también la tranquilidad y paz que se percibe.
Tuvimos la suerte de que el día de ayer nos acompaño en cuanto al clima, decidimos hacer un paseo por el balneario para ver el atardecer. La posada cuenta tanto con bicicletas como también golf carts, los cuáles están a disposición para los huéspedes.
Se que soy muy reiterativa con este tema pero la verdad que cada vez me sorprende más el abanico de lugares hermosos que tenemos en nuestro país. Tenemos que ser conscientes de eso, y aprovechar el momento de conocerlo más.
Les comparto algunas postales del día de ayer, y espero que los traslade a este hermoso lugar.
Les mando un beso enorme,
Maru
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